Lo normal es que haga caso del calendario de revisiones que le marca el fabricante en el libro de revisiones, si bien se han de tener en cuenta una serie de recomendaciones dependiendo del uso que hagamos del vehículo, ya que no sufre lo mismo la mecánica de un taxi o una furgoneta de reparto que un coche particular de «fin de semana».
Es aconsejable revisar el vehículo al comienzo del verano y del invierno. En estas dos estaciones son en las que más sufre la mecánica por las temperaturas extremas a las que se expone. La presión de los neumáticos en reposo puede variar considerablemente, así como la viscosidad de los lubricantes.
En cuanto al kilometraje, es ideal realizar un cambio de aceite a los 12 o 15 mil kilómetros en motores de gasolina y unos 15.000 en los de gasóleo La distribución, si en de correa, hay que sustituirla cada 100.000 km o si se dá el caso de no realizar muchos kilómetros, a los 4 años. En caso de no realizar este número de kilómetros a lo largo de 1 año es aconsejable cambiar el aceite y revisar ocularmente el coche para detectar desgastes de freno, rótulas, guardapolvos, etc… así como desperfectos que pueden aparecer en los neumáticos como deformaciones por permanecer demasiado tiempo parado en la misma posición, a la intemperie, etc…
PROFESIONALES
En el caso de los profesionales, los intervalos de revisiones han de ser distintos de los del vehículo particular, sobre todo de quienes circulan más de 80% del tiempo por vías urbanas, como pueden ser Taxis, Vehículos de Comerciales, Repartidores, etc…
En estos caso hay que prestar especial atención a los fluidos, ya que el motor pasa mucho mas tiempo arrancado en relación a los kilómetros que realiza, por lo que en vehículos de cierta edad y/o kilometraje se puede dar mayor consumo de aceite y/o agua por los desgastes del motor, por lo que a partir de los 8.000 o 10.000 kilómetros es conveniente sustituir el aceite o al menos comprobar su nivel y rellenarlo en caso necesario, así como el agua refrigerante y limpia para-brisas.
Ya que abrimos e capó, no perderemos mucho mas tiempo revisando el nivel de líquido de frenos, dirección, cambio y demás.
Otro de los aspectos a tener muy en cuenta por este colectivo son las ruedas. Tanto las llantas como las cubiertas pueden sufrir golpes que las deformen o produzcan desperfectos y desgastes que no solo afecten a la confortabilidad de la conducción, si no también a nuestra seguridad.